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Esta es mi historia...

¡Hola! Soy Adrián, aunque muchos me llaman A.J.

 

Soy fotógrafo de moda y cineasta, y vivo en Madrid desde hace muy poco. En Barcelona, donde  nací, llevaba más de 6 años disfrutando del mundo del audiovisual. Me formé en cine en la FX 3D Barcelona Film School y en Plató de Cinema, y esa base me ha ayudado a darle un toque cinematográfico a todo lo que hago, especialmente en la fotografía de moda.

 

Lo que más me gusta de mi trabajo es poder transformar ideas en imágenes llenas de estilo, emoción y personalidad. He tenido la suerte de colaborar con artistas, marcas y eventos increíbles, siempre buscando crear algo auténtico y especial.

¡Encantado de conocerte!

Me llamo Adrían.

Fotógrafo, Director Creativo, 

Cineasta y Emprendedor

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Mi camino en el mundo Creativo...

Desde pequeño, siempre me fascinó cómo las imágenes podían contar historias sin palabras. Aunque el camino para dedicarme a lo que amo estuvo lleno de dudas y miedos, nunca dejé de intentarlo. Cada pequeño paso me llevó a aprender y crecer, incluso cuando parecía difícil avanzar.

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Lo que un día fue un sueño, hoy es mi manera de conectar y contar historias únicas.

Hoy, el cine y la fotografía son mi manera de conectar con los demás y transmitir emociones. Cada proyecto que realizo refleja esa pasión por contar historias reales y únicas. Lo que un día fue un sueño, ahora es mi realidad, y no podría estar más agradecido.

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La fotografía llegó a mi vida porque siempre he sentido una necesidad inmensa de conectar con las personas. No me atraía solo capturar imágenes, sino contar sus historias, entender qué hay detrás de esos ojos, qué los hace ser quienes son. Cada retrato es una oportunidad para descubrir algo único, algo real. Es como si, con cada foto, pudiera plasmar un pedazo de alma, algo que va más allá de la apariencia. La cámara, para mí, es un puente entre esas historias y el mundo.

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Más tarde tome la decisión de mudarme a Madrid,  el paso que necesitaba para darme cuenta de que mi propósito estaba claro: seguir contando historias, pero de una manera más grande, más audaz. Aquí sentí que podía crear algo nuevo, algo que nunca hubiera imaginado. Madrid tiene esa magia que te reta a ser mejor, a soñar más alto. Y con cada esquina, con cada persona que conozco, mi cámara se llena de nuevos relatos que, al final, siempre vuelven a ser los mismos: historias de vida, de conexión, de lo que realmente importa.

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